Abstract
Haciendo una crítica intercultural a la ciencia moderna, el autor del artículo propone
pensar la ciencia como un pensar meditativo que recobra el sentido y que se percata del significado de su tarea ante la ciencia, por ello toma conciencia de que debe ir más allá de la crítica. Para esta crítica no basta con censurar o poner de manifiesto las desviaciones de la ciencia en sus aplicaciones, sino que hay que sobrepasar este horizonte, poniendo a la ciencia en su lugar. Saber, sin embargo, qué lugar le corresponde a la ciencia, implica saber qué sentido tienen el conocimiento humano y la actividad cognitiva del ser humano en general dentro del desarrollo de la vida, es decir, saber qué nos corresponde ser, cómo y dónde nos corresponde estar. En síntesis, se trata de saber nuestro lugar y el sentido que dimana de él, esto es necesario para decidir qué lugar debe ocupar la ciencia en la vida humana.
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Copyright (c) 2022 Raúl Fornet-Betancourt