Abstract
La entrada de los españoles a Chile Central en 1536 y 1540 ocurrió sin que mediaran grandes ni sangrientos confrontociones con los nativos. Desde el Perú hasta Santiago, los peninsulares recibieron el apoyo de los tercios irrperiales incaicos estacionados en el área y de sus aliados nativos, quienes les proporcionaron apoyo mterial, político o militar. La conquisto de Chile prometía ser un evento que se conseguiría sin mayores costos ni sacrificios. Las viejas leyendas sobre los belicosos Promaucaes parecían ser no más que leyendas. Sin embargo, lo que hasta allí había sido una expansión relativamente fácil fue súbitamente detenida al sur de Santiago y sus alrededores a causa de la obstinado resistencia indígena local.
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