Resumo
En este artículo, pretendemos contribuir al debate de la justicia educativa, especialmente para niños/as con necesidades especiales, desafiando aquellas teorías que se enfocan solo en aspectos unidimensionales. Utilizando el modelo multidimensional de justicia de Gewirtz y el marco de las pedagogías socialmente justas, analizamos el caso de Oscar, padre de un niño con Síndrome de Down, que busca una escuela para su hijo. El caso se desarrolla en el contexto del sistema educativo chileno, que se caracteriza por un marco político neoliberal y con una estructura altamente estratificada. Debido a esto es que en 2015 y 2017 respectivamente, se implementó una nueva ley de inclusión y, específicamente, un nuevo sistema de admisión escolar, para generar un marco de política de admisión escolar más justo y equitativo. De este modo, nuestra propuesta teórica tiene implicaciones prácticas—en términos de política pública— y analíticas. Proponemos agregar dos dimensiones de la justicia educativa al momento de analizar el caso Oscar: primero, la justicia educativa debe abrazar injusticias que no necesariamente se viven en los espacios educativos formales; a esto lo llamamos la dimensión multiespacial de la justicia. En segundo lugar, proponemos un análisis de multitemporalidad de la justicia educativa, que considere, como lo han establecido las pedagogías socialmente justas, un enfoque hacia el futuro. En este caso, la política y el discurso educativo promueven un futuro preestablecido y normalizado para los niños y niñas, lo que es problemático para los niños/as con discapacidad, cuyos padres, como Oscar, tienen un foco en el presenta más urgente.
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